lunes, 29 de marzo de 2010

Apuntes para el próximo Congreso del Partido Socialista de Chile


La democracia actual en Chile es una forma de dominio del capital, que les permite imponer su voluntad a los trabajadores y enriquecerse de un modo cínico con el sufrimiento del pueblo. Y no sólo en Chile. Así es en todo el mundo mientras predomine este sistema explotador.

El estado chileno, tenga la forma de gobierno que tenga, no deja de ser la dictadura clasista de la burguesía (en las condiciones chilenas ni siquiera de la burguesía, sino solo de la élite burguesa, de la oligarquía). Simplemente no puede ser de otro modo, por cuanto los intereses de esta clase son totalmente hostiles a los intereses de los trabajadores, quienes nunca aceptarán de forma voluntaria, que para beneficio de no se sabe quién, por ejemplo, se les continue privatizando empresas patrimoniales y nuestros recursos naturales.

Por eso, llevar a cabo su dominio, los explotadores pueden hacerlo sólo de dos formas: por la fuerza en combinación con el engaño, y mediante el engaño en combinación con la fuerza. En el primero de los casos estaríamos ante una dictadura política directa (Hitler en Alemania, Mussolini en Italia, Franco en España, Pinochet en Chile, “los coroneles” en Grecia etc.).

El segundo caso sería la democracia existente en los países occidentales, y su variante deforme y caricaturesca (por mucho que digan en la Unión Europea y en los Estados Unidos) que tenemos democracia. Esto no es el poder del pueblo.

¿Cómo es posible que el gran capital pueda llevar a la práctica su dictadura, en condiciones de democracia política, cuando son todos los ciudadanos los que eligen a su gobierno? ¿Qué obliga a los oprimidos a votar por sus opresores?

En primer lugar, para mantener su dominio los oligarcas recurren a los colosales recursos financieros de que disponen, incomparablemente mayores que los que están al alcance de sus oponentes políticos, los partidarios del socialismo.

En segundo lugar, el gran capital ha capitalizado la televisión. La manipulación sicológica de la población mediante medios electrónicos de información masiva se ha convertido hoy día en una de las más crueles y eficaces formas de violencia sobre la persona. Hasta tal punto es efectiva, que se hace innecesario temporalmente recurrir a otras formas de violencia, y el gobierno burgués dispone de la posibilidad de seguir parloteando sobre lo demócrata que es.

En tercer lugar, en el arsenal del régimen oligárquico disponen de un instrumento de conservación del poder, con el que llevan siglos experimentando: el sistema bipartidista. A los ciudadanos se les propone “libremente” optar por uno de los dos grupos oligárquicos, entre los que, incluso con la ayuda de un microscopio electrónico, es imposible ver la diferencia. El resto de fuerzas políticas son declaradas “carentes de posibilidades”. Que pruebe en estas condiciones a vencer en las elecciones, alguien que pretenda derrocar la dictadura del gran capital.

En cuarto lugar, “las reglas del juego” que establece el estado burgués, conceden a los oligarcas una “póliza de seguros” para el caso de que pese a todo el oponente pudiese conseguir la victoria. Me estoy refiriendo al principio de división de poderes, que ha sido prácticamente declarado como el principal baluarte de la democracia y según el cual las ramas del poder, el ejecutivo, el legislativo y le judicial se controlan unos a otros. Aunque sería más exacto decir que se vigilan infatigablemente, limitando la posibilidad de que alguno pueda cumplir con sus funciones de modo independiente. Este ovillo enredado se denomina “sistema de contrapesos”, y se supone está diseñado para defender a la sociedad de la usurpación del poder por una de sus ramificaciones. Todo dentro de la lógica…

Pero hagámonos una pregunta: ¿qué pasaría si eligieran a un presidente que apostase por el socialismo? La respuesta es evidente: el parlamento burgués haría todo lo posible para evitar que pudiese ejecutar su programa. Si la mayoría de los diputados estuvieran predispuestos contra el capitalismo, sería el presidente el que pondría palos en la rueda. Y si la izquierda consiguiese al mismo tiempo vencer en las elecciones parlamentarias y en las presidenciales, les quedaría en la recámara el poder judicial, llamado por su propia naturaleza a defender la legislación existente; lo que equivale a decir el sistema social existente.

En quinto lugar, en el caso de que todos estos mecanismos de autodefensa fallasen, el gran capital siempre estará presto a quitarse la máscara y pasar a la dictadura política. La experiencia histórica nos enseña que los juegos de los explotadores a la democracia terminan, por lo general, cuando surge una amenaza real para su dominio.

Lo expuesto hasta ahora en modo alguno significa que sea imposible por métodos pacíficos apartar del poder al régimen oligárquico. Más aún, en las actuales condiciones de crisis económica, esa posibilidad aumenta. El sistema capitalista demuestra de un modo excesivamente explícito su escandalosa incapacidad para hacer frente a los problemas que el mismo ha generado.

Pero ganar las elecciones y lo que es más complicado, mantenerse en el poder, sin renunciar a los principios programáticos, los partidarios del socialismo (y las encuestas sociológicas dicen que son la absoluta mayoría de los ciudadanos) pueden solamente en el caso de que se observen cuatro condiciones obligatorias. Y eso depende de las fuerzas por el socialismo.

Primera condición: Debéis de dejar de confiar en los explotadores y sus representantes políticos, que ya os han engañado en tantas ocasiones. Es hora de entender que sus promesas y limosnas son el empedrado del camino que conduce al infierno.

Segunda condición. Es imprescindible tomar conciencia de nuestra fuerza. Los oprimidos somos infinitamente más que los opresores. La verdad está de nuestro lado, y siempre es más fuerte que la mentira.

Tercera condición. Los trabajadores deben unirse. No se puede dividir al obrero del campesino, ni del pequeño empresario, ni del intelectual, del jubilado o del estudiante. Tenemos los mismos objetivos, un futuro común y un enemigo común.
Cuarta condición. Hay que apoyar por todos los medios a nuestros representantes políticos, a los que apuestan por el socialismo. Pero no solo en época electoral, también antes y después. Entonces los oligarcas deberán preocuparse ya no de cómo manipular las conciencias o cómo organizar el sabotaje en caso de su derrota, sino de cómo esquivar las piedras que volarán sobre ellos, en cuanto el pueblo tenga la más mínima sospecha de que están intentando manipular y sabotear.

De cumplirse estas condiciones, está cercano el día en que podamos juntos construir un estado, en el que sea la mayoría, de un modo democrático, la que dicte su voluntad a esa ínfima minoría, y no al revés, como ocurre hoy.

Eso es el auténtico Poder Popular, en el que serían impensables acontecimientos similares a los ocurridos ante nuestros ojos.

Hugo Umaña

sábado, 20 de marzo de 2010

La desafortunada Declaración Pública de la Bancada de Diputados del Partido Socialista de Chile

La Bancada de Diputados del Partido Socialista de Chile ha efectuado una Declaración Pública con fecha 17 de marzo, referente a la muerte del preso Orlando Zapata Tamayo, hecho que está siendo objeto de todo tipo de especulación desde la prensa gusana de EE.UU y de Europa, con el propósito de aportar argumentos con los justificar su odio al gobierno cubano.

Utilizando el arte de la manipulación mediática y de la mentira nos presentan al preso con la calidad de "opositor político pacífico", condenando a Cuba por violar los derechos humanos y la libertad de expresión.

La realidad es que Orlando Zapata durante su juicio confesó que formaba parte de una conspiración para derrocar la "dictadura" cubana y no por vía pacífica y por la acción política, pues su probada vinculación a la CIA y con la organización terrorista Alfa 66 así lo demuestra.

En cualquier país del mundo esta acción es penada por la ley. Así, el Código Penal de Estados Unidos castiga con pena de 20 años a quien preconice el derrocamiento del gobierno o del orden establecido, 10 años de prisión para quien emita “falsas declaraciones” con el objetivo de atentar contra los intereses de Estados Unidos, y 3 años a quien “mantenga correspondencia o relación con un gobierno extranjero.” El Código Penal español castiga con pena de 4 a 8 años a quienes “mantuvieran relaciones de inteligencia o relación de cualquier género con gobiernos extranjeros con el fin de perjudicar la autoridad del Estado o comprometer la dignidad o los intereses vitales de España”, y con pena de 10 a 15 años a los culpables de intentar destituir o suprimir facultades del Rey de España. El Código Penal de Francia castiga con pena de hasta 30 años y 450.000 euros de multa “el hecho de mantener relaciones de inteligencia con una potencia extranjera”. El Código Penal de Chile establece que “todo el que dentro del territorio de la República conspirare contra su seguridad exterior para inducir a una potencia extranjera a hacer la guerra a Chile, será castigado con presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo. Si se han seguido hostilidades bélicas la pena podrá elevarse hasta la de muerte.”

Estos Honorables Sres. Diputados, en que en el pasado encendían a las masas con sendos discursos revolucionarios, y que sostenían que había que entregar la vida si fuere necesario para construir un sistema socialista, hoy terminaron aplaudiendo a los apóstoles de la versión mas despiadada y criminal del sistema capitalista "el neoliberalismo".

Estos parlamentarios de un partido que lleva la denominación de socialista y que por 20 años cogobernó en uno de los países más desiguales, y por lo tanto menos socialistas del mundo, llaman "disidentes cubanos pacíficos", a mercenarios, a delincuentes que actúan al servicio de potencias extranjeras que les financian y dirigen, aunque estos "disidentes" como por ejemplo Posada Carriles pongan bombas en aviones y hoteles, o se expresen a base de balazos o machetazos.

¿Por qué será, entonces, que los parlamentarios del Partido Socialista de Chile guarden silencio ante la barbarie colombiana? ¿Por qué será que no tienen nada que lamentar ni condenar con respecto a la situación de los DDHH en Honduras, Haití, México, Chile o Perú, por ejemplo?

¿Por qué no interpelan al embajador de USA por el asesinato de miles y miles de iraquíes? ¿O por el asesinato por error hace unos días de cien civiles afganos o por las torturas en Guantánamo? ¿Por que no velan por los derechos humanos de Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, los cinco antiterroristas cubanos, cuyos derechos humanos han sido violados sistemáticamente en cárceles de Estados Unidos donde están presos injustamente por proteger del terrorismo a Cuba, de cuyos hijos 3 478 murieron y 2 099 quedaron mutilados por acciones terroristas?

A los parlamentarios del Partido Socialista, se les eriza el cabello al comprobar como un violento y peligroso preso común cubano decide suicidarse, pero; ¿qué tienen qué decir de los más de 7000 presos políticos torturados en Colombia? ¿y de las decenas de asesinatos políticos en Tegucigalpa, a cargo de la dictadura fascista impuesta por EEUU.? ¿y de los cientos de asesinados y suicidados anualmente en las mazmorras mexicanas, no tienen nada que decir? ¿no les afecta el dolor del pueblo haitiano, privado hasta de los más elementales servicios sanitarios y educativos desde hace largas décadas? ¿y de las masacres de indígenas en Lima, no tienen nada qué decir? ¿y de la situación en las prisiones chilenas y más aún de las estadounidenses, dónde además de torturar se ejecuta a menores y retrasados mentales, no dicen nada? ¿cómo es que 1 de cada 4 presos del mundo es estadounidense?¿y de Guantánamo, Abu Grahib, las cárceles y vuelos secretos de la CIA, qué hay de todo ello? ¿y qué tal andan los DD.HH. en las teocracias de Arabia Saudita, Marruecos o Israel, por ejemplo? ¿y en la teocracia Vaticana, se respetan los DD.HH.?...

Los parlamentarios socialistas, para ser verdaderamente consecuentes, deben solicitar al gobierno de Chile la libertad inmediata de los presos de conciencia en Chile.

Una vez más las críticas a Cuba, en esta ocasión estampadas en la desafortunada declaración de los parlamentarios del Partido Socialista, no tienen otra intención que desviar la atención de los sufridos trabajadores chilenos y de sus gravísimos problemas y tratan con ello, de menoscabar las simpatías y las muestras de solidaridad de las gentes humildes hacia el pueblo Cubano.

Bruno Rodríguez, Ministro de exteriores del Gobierno cubano, lo tiene claro. Nosotros también; "Se pretende presentar a mercenarios como patriotas, a agentes pagados de los Estados Unidos en territorio cubano como disidentes, a delincuentes apátridas como prisioneros de conciencia"


Hugo Umaña
Ex-dirigente comunal, regional y nacional del Partido Socialista y la JS

Documento de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba

Después de una campaña concertada por poderosas empresas mediáticas, fundamentalmente de Europa, que han atacado ferozmente a Cuba, el Parlamento Europeo acaba de aprobar, luego de un sucio debate, una resolución de condena contra nuestro país que manipula sentimientos, tergiversa hechos, esgrime mentiras y oculta realidades.

El pretexto utilizado ha sido la muerte de un recluso, sancionado primero por delito común y luego manipulado por intereses norteamericanos y la contrarrevolución interna, quien por voluntad propia se negó a ingerir alimentos a pesar de las advertencias y la intervención de los especialistas médicos cubanos.

Este hecho lamentable no puede ser utilizado para condenar a Cuba aduciendo que pudo haber evitado una muerte. Si en un campo nuestro país no tiene que defenderse con palabras, pues la realidad es irrefutable, es en el de la lucha por la vida de los seres humanos, ya sean nacidos en Cuba o en otros países. Un solo ejemplo es la presencia de los médicos cubanos en Haití, desde once años antes del terremoto de enero último, silenciada por la prensa hegemónica.

Detrás de esa condena hay un profundo cinismo. Cuántas vidas de niños se han perdido en las naciones pobres por la decisión de los países ricos, representados en el Parlamento Europeo, de no cumplir sus compromisos de ayuda al desarrollo. Todos sabían que era una sentencia de muerte masiva, pero optaron por preservar los niveles de derroche y ostentación de un consumismo a la larga suicida.

Ofende a los cubanos también ese intento de darnos lecciones, en momentos en que en Europa se reprimen a inmigrantes y desempleados, mientras aquí el pueblo libremente, en reuniones de vecinos propone a sus candidatos para las elecciones municipales, libremente y sin intermediarios.

No tienen moral aquellos que participaron o permitieron el contrabando aéreo de detenidos, el establecimiento de cárceles ilegales y la práctica de torturas, para evaluar a un pueblo agredido y brutalmente bloqueado.

Condena tan discriminatoria y selectiva, solo puede explicarla el fracaso de una política incapaz de poner de rodillas a un pueblo heroico. Ni la Ley Helms Burton, ni la Posición Común europea, surgidas en el mismo año, en las mismas circunstancias y con iguales propósitos, ambas lesivas a nuestra soberanía y dignidad nacionales, tienen el más mínimo futuro, pues los cubanos rechazamos la imposición, la intolerancia y la presión como norma en las relaciones internacionales.

Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba
11 de marzo de 2010

sábado, 13 de marzo de 2010

Por qué hay que votar por los comunistas

Traducido del ruso Josafat S. Comín

El 14 de marzo en varias regiones de Rusia tendrán lugar elecciones a los órganos locales de gobierno. Antes de dirigirse al colegio electoral, cada persona sensata debe pararse una vez más a pensar en qué situación se encuentra hoy Rusia, quién es el responsable de ello, y quién es capaz de revertir la situación a mejor.

Parémonos a ver las cifras más elocuentes, que nos indican cuál es el estado actual del país y la sociedad, y comparemos la situación presente con la época en que los comunistas estaban en el poder, cuando el país se regía por las leyes del socialismo.

- La Rusia actual pierde anualmente del orden de un millón de habitantes. Esos son los terribles indicadores de la pérdida de población. Algo inconcebible durante el socialismo, bajo el Poder Soviético. En la patria soviética se producía un notable crecimiento demográfico anual. Era algo que estimulaba el sistema social, que garantizaba a la gente asistencia sanitaria gratuita, no de palabra, sino con hechos, y que defendía a las jóvenes familias y a la infancia.

- Hoy en Rusia las cifras oficiales hablan de 7 millones de desempleados. Las no oficiales aumentan esa cifra. Y por mucho que asegure el gobierno que la crisis ya ha pasado, la cifra de parados crece de forma vertiginosa. En los tiempos en que gobernaban los comunistas, nuestro país no conocía el flagelo del desempleo. El derecho al trabajo, a recibir un trabajo acorde con preparación de cada cual, no sólo estaba garantizado por la constitución, sino que se cumplía rigurosamente en la práctica.

- Hoy en Rusia, según datos de la Agencia antidrogas, hay seis millones de toxicómanos, lo que supone no solo un grave riesgo para su vida, sino un serio peligro para la sociedad en conjunto. Su número no para de crecer. El ministerio de salud y desarrollo social, se ha visto obligado a reconocer que entre los estudiantes universitarios de Moscú, el 30% consumen dogas habitualmente. En algunas regiones esa cifra es aún mayor. Son nuestros hijos, nuestros hermanos y hermanas, aquellos de los que depende el futuro de Rusia. ¿Qué futuro puede haber cuando el país sufre una epidemia de drogadicción? Durante el Poder Soviético, esto era imposible de imaginar. Los comunistas habían levantado una barrera que impedía la entrada al país de drogas duras del exterior. La distribución y consumo de drogas era considerado un delito grave y se perseguía sin tregua y de un modo efectivo.

- 20 millones de ciudadanos viven en la Rusia actual bajo el umbral de la pobreza. Incluso según las cifras oficiales, entre la población adulta uno de cada cinco es pobre. En las actuales condiciones del “capitalismo de mercado” son muchos más los que se encuentran permanentemente al borde de la pobreza. Mientras hay millones en situación de pobreza, un insignificante puñado de “señores de la vida”, que se han apropiado de las riquezas nacionales del país, continúa enriqueciéndose a costa del pueblo engañado. Durante el último año el número de multimillonarios en dólares ha aumentado en Rusia 1’5 veces. Hace un año eran 49, hoy son 77. Es la manera que tienen de sacar partido de la crisis y las penurias del país aquellos, a los que sirve el actual sistema socio-político. Durante el Poder Soviético en el país no había ni multimillonarios ni pobres, porque el país vivía de acuerdo a las leyes de la justicia social. Y aquellos que intentaban violentar esas leyes se consideraban criminales.

- Hoy en el país hay 3 millones de niños abandonados, sin hogar. Es una vergüenza que pesa sobre el actual gobierno y los que lo respaldan. El sistema soviético, nada más concluir la guerra civil, acabó con la lacra del abandono infantil, algo que el país no volvió a conocer en casi 70 años, hasta el día en que el poder llegó a manos de los “demócratas”.

- De acuerdo con los estudios sociológicos, el 67% de los rusos desconfía de la policía. Aquellos en cuyas manos está velar por nuestra seguridad, son vistos por la ciudadanía como una de las principales fuentes de inseguridad. Bajo el Poder Soviético era imposible de imaginar que una persona honrada tuviese que temer algo de un policía, que no fuese a encontrar defensa en la policía ante los delincuentes o que se topase con delincuentes con uniforme de policía.

Cuando enumeramos todo esto, nosotros los comunistas no estamos llamando a volver al pasado. Mienten todos los que intentan acusarnos de esto, los que inculcan a la gente que el Partido Comunista y los ideales del socialismo son cosas el pasado. Son los mismos embusteros que quieren que queden por siempre como un recuerdo, la justicia, la legalidad, el respeto a aquellos que trabajan honradamente, a aquellos que tienen derecho a sentirse ciudadanos dignos de Rusia, dueños de su país. Son precisamente estos mentirosos los que están mandando el país al pasado, a la pobreza, la degradación y el retraso.

Los comunistas llaman a los ciudadanos de Rusia a dar un paso adelante, hacia un futuro que puede ser digno, que puede traer al país y a su pueblo una mejora sólo con la condición de que nuestra vida esté basada en los principios de la justicia social y de la lucha sin cuartel contra la arbitrariedad. Y llevar a la práctica esos principios sólo puede hacerse en las condiciones del socialismo.
Hoy el PCFR no llama únicamente a los electores a votar en las elecciones. Hoy nuestro partido proclama bien alto y de forma decidida:

¡Adelante Rusia, hacia el socialismo!
G. Ziuganov. Presidente del CC del PCFR.

Lucha contra la explotación sexual y pornografía infantil

Si bien es importante el avance que en el continente se presenta en materia legislativa, debemos tener siempre presente que el principal obstáculo para enfrentar a un delito tan brutal como es la Pornografía Infantil no radica necesariamente en la falta o carencia de legislación sobre la misma, sino que éste se encuentra en la falta de coordinación existente entre los países, en la carencia de figuras delictivas homogéneas sobre la materia en Latinoamericanos. Cada uno de nuestros países define, de forma aislada, el concepto de figuras delictivas tales como la Trata de Personas, la pornografía infantil o la prostitución infantil, sin tener en cuenta que estos delitos no tienen frontera, se gestan en redes internacionales y suelen utilizar a personas de diversas nacionalidades para sus fines, es decir, son delitos a escala mundial y como tal debieran ser enfrentados.

Debemos entender que el éxito por parte de los Estados y la sociedad al reprimir delitos tan inhumanos como los antes mencionados será muy difícil sino imposible de alcanzar, en tanto las legislaciones difieran demasiado de país a país, tanto en lo formal como en lo sustancial, es decir, tanto para determinar y delimitar claramente el delito, para identificar plenamente al agresor, para establecer los procedimientos de investigación y sanción, como para prevenir el hecho.

Las leyes existentes en Latinoamérica han sido pensadas como si el problema fuera regional o local. Un ejemplo de ello puede ser apreciado al analizar la figura de la Pornografía infantil. El problema empieza ni bien los legisladores definen el concepto de Pornografía infantil, ya que éste variará, tanto en su fondo como en su forma, dependiendo del concepto base que maneje cada Estado sobre lo que es un infante. En muchos países, por ejemplo, no se sanciona la posesión de material pornográfico infantil, en otros, no están considerados como infantes los mayores a 14 años de edad, y por ende, el material que utilice a personas de esas edades no se le considera pornografía infantil, en otros las penas son muy benignas y sólo llegan al año de reclusión, etc.

Ello hace que el delincuente busque realizar sus acciones desde aquel país que tenga más vacíos legales o castigue con menos fuerza y rigor el delito. Sin embargo, el resultado de la acción del delincuente, ya sea del tratante de personas, del pedófilo o del usuario del Turismo sexual infantil, influirá y generará consecuencias en diversos países de la región, no sólo en el país desde donde se esté cometiendo el crimen.

Por otro lado, un obstáculo diferente a los antes expuestos, pero igual de difícil de superar sin la debida coordinación ni el adecuado consenso entre los Estados de Latinoamérica, es el que enfrentan algunos agentes encargados de perseguir y reprimir este delito, como son la Policía Nacional y el Ministerio Público, al querer cumplir cabalmente su labor. Ello se debe a que en nuestros países no se ha definido bien una ley que permita a la Policía tener agentes encubiertos para luchar contra la explotación sexual comercial y la Pornografía Infantil, tal y como sí lo hacen para enfrentar el narcotráfico o el terrorismo.

Similar trato les dan a las campañas o acciones contra la Pornografía infantil que realizan los Estados en Latinoamérica. Por lo general, estas campañas suelen ser regionales, enfrentan el problema con una visión muy local como si el problema sólo existiera en el país ejecutor de la campaña, o peor aún, como si fuera un problema de terceros países, cuando éste es un delito mundial. Las organizaciones de la sociedad civil muchas veces cometen, sin quererlo o desearlo, el mismo error, pues enfrentan, desde sus espacios locales y sus limitadas posibilidades, este problema.

Una probable salida debiera ser encaminar nuestros esfuerzos como sociedad organizada y como Estados a crear redes internacionales funcionales que enfrenten este delito desde diversos niveles y espacios: tanto la persecución y represión del delito, la investigación sobre sus alcances y consecuencias, como su prevención y el cuidado de nuestros niños, niñas y adolescentes. Aquí las empresas que brindan el servicio de Internet, así como empresarios dueños de hoteles, administradores de cabinas públicas de Internet, profesores de colegios, municipios y gobiernos locales, asociaciones de padres, organismos religiosos, etc., tienen el deber de participar en estas campañas, pues cada una de estas organizaciones tienen un nivel de responsabilidad en este hecho y de compromiso para enfrentarlo.

Finalmente, debemos entender que el delito de Trata de Personas (explotación sexual comercial y Pornografía infantil) genera una cantidad impensable de ganancias a las redes criminales, aproximadamente 12 billones de dólares al año. Ello lo convierte en un delito de grandes magnitudes, comparables al tráfico de drogas y tráfico de armas, y como tal debe ser enfrentado y combatido.

Niños Soldados

Alrededor de 500.000 niños y niñas son obligados a participar activamente en cerca de 30 conflictos bélicos abiertos en todo el mundo. Niños y niñas a los que se cercena la infancia y se lastra el futuro.

Cientos de miles de niñas y niños de todo el planeta son reclutados a diario por ejércitos, grupos paramilitares, guerrillas y grupos armados. Pese a su corta edad, son obligados a servir al resto de miembros de la tropa, a trabajar como espías, como esclavos sexuales o a morir en primera línea de batalla. Son menores que, con frecuencia, sufren violaciones y agresiones, además de ver vulnerados sus derechos a un nivel de vida adecuado, a la educación y al bienestar que legítimamente les corresponde. Menores a los que la falta de control en el comercio internacional de armas les facilita el acceso a rifles, escopetas, bombas y municiones.

¿De qué estamos hablando?

Según la definición que vienen usando los organismos internacionales, un niño o niña soldado es cualquier persona menor de 18 años que forma parte de cualquier tipo de fuerza o movimiento armado, ya sea regular o irregular, en cualquier condición, incluyendo, pero no limitado a, cocineros, porteros, mensajeros y cualquier otra persona que acompañe a dichos grupos y no sea un familiar.

Su procedencia varía en función de los factores socioeconómicos y políticos que se den en su país. Muchos son secuestrados en la calle, sacados de las aulas o de campos de refugiados. Son forzados a salir de sus casas y colegios a punta de pistola o se les captura mientras juegan en el campo, en las calles, o caminan por la carretera. Otros se unen a los ejércitos y facciones armadas de forma teóricamente “voluntaria”, es decir, obligados por unas circunstancias que manipulan su voluntad. La desintegración de las familias a causa de los conflictos, la pobreza, la falta de recursos familiares, la carencia de servicios sociales que se hagan cargo de ellos, son otros factores que inciden en el reclutamiento de menores soldado.

En el mundo

Más de 500.000 menores de 18 años son reclutados en alrededor de una treintena de países. Unos 300.000 participan directamente en enfrentamientos armados, especialmente en el continente africano, donde la ONG Menores Soldado estima que hay más de 100.000 de ellos.

Entre 2001 y 2004, menores de 18 años participaron en conflictos en Afganistáìn, Angola, Burundi, Colombia, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Filipinas, Guinea, India, Iraq, Israel y Palestina, Indonesia, Liberia, Myanmar, Nepal, Rusia, Ruanda, Sri Lanka, Somalia, Sudán y Uganda.

Conforme a los datos de la citada ONG, se calcula que unos 30.000 menores ugandeses, denominados “viajeros nocturnos”, se desplazan en silencio en la oscuridad cada noche huyendo de sus hogares para no ser reclutados por el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que actúa desde 1987 y ha secuestrado a no menos de 25.000 menores para ser utilizados como soldados, esclavos sexuales y porteadores. De ellos, 7.500 son niñas, de las cuales un millar han concebido hijos durante su cautividad.

Según UNICEF, en Colombia alrededor de 15.000 niños forman parte de alguno de los ejércitos rebeldes o milicias que luchan en el país. Los principales grupos rebeldes y paramilitares han reclutado a niños de hasta 12 años. La guerra en Colombia ha obligado en los últimos 15 años a más de 3 millones de colombianos a desplazarse internamente, entre ellos más de un millón de niños y niñas. En Centroamérica, las guerras civiles de los años 80 y 90 en Guatemala y El Salvador produjeron matanzas y torturas generalizadas de niños, niñas y adolescentes.

En los últimos diez años dos millones de menores han resultado muertos a causa de una guerra mientras que otros 6 han quedado discapacitados o lesionados de por vida. Desde 2003, más de 14 millones de niños y niñas han sido desplazados dentro y fuera de sus países de origen y entre 8.000 y 10.000 menores han muerto o han quedado mutilados cada año debido a la explosión de minas terrestres.

Comercio de armas

Mientras una parte de la infancia mundial es maltratada, la industria del armamento continúa con su producción desaforada de armas y municiones y el comercio de las armas ligeras continúa sin ser regulado de manera real, efectiva e inequívoca.

En las situaciones de conflicto y de post conflicto, la libre circulación de armas ligeras, más de tres millones según estimaciones, estimula la violencia y la inseguridad, siendo los jóvenes y los niños las principales víctimas. El comercio de este tipo de armas sin control favorece además la proliferación de estos ejércitos de jóvenes.

Después de años de presión, ONG como Amnistía Internacional, Intermón Oxfam y Save the Children han visto como sus reclamaciones culminaban con la llegada al Congreso español del proyecto de ley de control sobre comercio de armas ligeras, denominada Ley sobre el Control del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso.

Por primera vez esta materia adquiere rango de ley y aumenta la transparencia en la venta de armas, ya que se da información sobre el uso final del producto y la naturaleza del usuario final, no como hasta ahora, que a través de países intermedios de la Unión Europea se estaban vendiendo armas a países en conflicto latinoamericanos y africanos. Además, se tendrá en cuenta si el país destinatario viola los derechos humanos o está sumergido en la pobreza.

Para terminar, un dato escalofriante, 640 millones de armas circulan por el mundo sin control y causan la muerte de una persona cada minuto.

jueves, 4 de marzo de 2010

Carlos Godoy Echegoyen

El 22 de febrero de 1985 falleció el estudiante y militante del Partido Socialista de Chile, Carlos GODOY ECHEGOYEN.

Carlos se encontraba en Quintero junto a otros jóvenes militantes de la Juventud Socialista y del PS cuando fueron detenidos por funcionarios de Carabineros de la Comisaría de esa localidad, siendo acusados de formar parte de una escuela de guerrillas.

Los jóvenes fueron interrogados y torturados brutalmente en la Comisaría de Quintero y luego trasladados a Viña del Mar, para más tarde ser vueltos a Quintero, donde se hicieron cargo del operativo miembros del DICOMCAR que viajaron especialmente desde Santiago. Nadie sabe que sintió Carlos cuando laceraban su carne con electricidad, la inmensa soledad de aquel momento eterno en que se confunden gritos y golpes, recuerdos, furia e impotencia. Nadie sabe que sintió Carlos, pero sí sabemos que sus asesinos no tuvieron compasión y lo torturaron hasta la muerte. Y, por cierto, como acaecía siempre, intentaron ocultar su crimen aduciendo que Carlos Godoy había fallecido de un ataque cardíaco, pero la persistencia de sus familiares, amigos y organizaciones de derechos humanos logró desentrañar el entramado de mentiras urdido por carabineros. Se supo que los jovenes fueron trasladados a Viña del Mar y posterioremente devueltos a Quintero donde se hizo cargo de los interrogatorios personal de la Dicomcar venido especialmente desde Santiago. Uno de ellos era el capitán de carabineros Héctor Díaz Anderson, miembro de la entidad de la policía encargada de la represión y de numerosos crímenes y que dependía directamente del Director general de Carabineros a la sazón, César Mendoza.

Los jóvenes socialistas fueron golpeados y se les aplicó electricidad. A consecuencia de este trato falleció Carlos. Oficialmente Carabineros señaló que la muerte se produjo por una afección cardíaca. La información que se posee, entre la que se cuenta sus antecedentes médicos previos y los protocolos de autopsia, no dejan dudas de que la muerte de Carlos Godoy fue causada por las bestiales torturas que se le infligieron por parte de agentes estatales en violación de sus derechos humanos.

Carlos tenía 23 años. Junto a su madre había retornado a Chile desde el exilio hacía 8 meses. Los estudiantes que habían sido detenidos por la CNI fueron testigos de sus desgarradores gritos bajo tortura, hasta el silencio final.

Los 12 camaradas restantes debieron pasar largos años en la cárcel y en su calidad de presos políticos jámas dejaron de lavantar las rojas banderas del socialismo.

Que nuestra débil memoria recuerde siempre a jóvenes como Carlos Godoy Echegoyen, quienes llenos de alegría y generosidad, lucharon por la libertad del pueblo y por el socialismo.