domingo, 3 de julio de 2016

“Ocurrió en un día como hoy 23 de junio” Detención y posterior asesinato de Víctor Zerega Ponce

Inmediatamente de ocurrido el Golpe de Estado, un puñado de jóvenes y  heroicos militantes socialistas, encabezados por el "viejo" Exequiel Ponce, oriundo de Valparaíso, obrero portuario, dirigente de la CUT y Sub Secretario Nacional de Frente Interno del Partido Socialista -  el mayor de ellos con solo 39 años a la fecha de su detención- se ponen al frente del Partido Socialista de Chile,  de su recomposición orgánica y política.

En dramáticas circunstancias de seguridad y sobrevivencia lo acompañan Gustavo Ruz Zañartu, Ricardo Lagos Salinas, Ariel Mancilla Ramírez, Arnoldo Camú Veloso, Carlos Lorca Tobar y Víctor Zerega Ponce.  Colaboran intensamente además con ésta Dirección - sin lo cual su misión no habría sido posible - destacados compañeros, como Michelle Peña, Carolina Wiff, Sara Montes, Rosa Soliz, Mireya Rodríguez, Alejandro Parada, Octavio Boettinger, Eduardo Charme y Joel Huaiquiñir, todos desaparecidos, entre  muchos otros colaboradores.

El núcleo central de ésta Primera Dirección Clandestina tiene su primera "baja" el 24 de septiembre de 1974, cuando detienen y posteriormente asesinan a Arnoldo Camú. Luego, en Marzo de 1974 es detenido Gustavo Ruz - único sobreviviente de esta Dirección - oportunidad en la cual logra escapar Víctor Zerega. Ricardo Lagos Salinas también iba al lugar donde estaban Gustavo y Víctor. Iba disfrazado con uniforme escolar y al ver movimientos extraños no entra a la reunión.

Alberto se entera  luego de un tiempo  por terceros - al  parecer  por Juan Fierro - de estos hechos, de la detención de Gustavo y escape de Víctor. Ahí le "cuadran"  algunos eventos porque Víctor le había pedido que lo llevara a recorrer varios lugares por esos días. Lo  lleva en su moto Vespa por todo Santiago. Sin lugar a dudas fue para avisar del peligro, de la detención de Gustavo y para que se tomaran las medidas correspondientes. Víctor  solo le cuenta que se había caído y le dolía le espalda. Lo que había pasado en realidad es que se había tirado de un segundo piso arrancando por la ventana de un baño. Gustavo había logrado "entretener" a los militares (agentes de la SIFA) dilatando la situación a objeto de dar  tiempo para el escape de Víctor.

En Marzo de 1975 es detenido Ariel Mancilla  y posteriormente, en  junio de 1975 son detenidos los últimos miembros de éste núcleo central e histórico: Exequiel Ponce Vicencio; Ricardo Lagos Salinas y Carlos Lorca Tobar.

Un año antes, el domingo 23 de junio de 1974, Víctor Osvaldo Zerega Ponce, miembro de esta Primera Dirección Clandestina del Partido Socialista de Chile, es detenido en un "punto" que un joven de apellido Paredes, dirigente socialista del Regional Norte, entrega a sus captores. Cuando esto ocurría, su padre estaba preso en el campo de concentración de Pisagua. Luego lo relegaron a Arica. Se enteró del asesinato de su hijo una noche escuchando el programa de la Radio Moscú "Escucha Chile", cuando le hacían un homenaje a Víctor.

Pocos días antes, el jueves 20 de junio de 1974 el SICAR, a cargo del capitán de Carabineros Manuel Agustín Muñoz Gamboa y un comando de asalto,  habían allanado la casa de su hermano Alberto en busca de Víctor (de nombre político "Santiago"), la cual  también fue entregada  por el mismo Paredes.

Esa fría  noche del día jueves 20 de junio  son detenidos junto a Alberto -  en la casa que éste arrendaba  en calle Lynch Norte 320 en la comuna de La Reina-  Francisco Lagos, Ana María Campillo y Manuel Solorza- los cuales son llevados a un Centro de Detención Clandestina ubicado en los subterráneos de la Plaza Constitución.

Andaban en busca de "un pez gordo". Andaban en busca de "Santiago".

Luego de largos e interminables interrogatorios dedujeron que de ninguno de los secuestrados podrían tener información que los llevara a capturar a Víctor.

La noche del sábado 22 de junio el joven Paredes le habla al oído a Alberto, el cual estaba vendado y acostado en el suelo igual que sus otros compañeros,  y le dice que le están pidiendo que entregue a Víctor. Alberto le dice, no sabiendo si era escuchado  o no  por terceros: "haz lo que sea tu conciencia".

Por esas casualidades de la vida Paredes sabía perfectamente quien era Alberto. El padre de Paredes era auxiliar en el comedor de profesores del Internado Nacional Barros Arana y  Alberto, en representación de la Juventud Socialista, había sido presidente del Centro de Alumnos de ese colegio en 1972.

Pues bien, el domingo 23 de junio este joven Paredes "compró" su libertad y el fin a sus "apremios". Entregó a Víctor en el "punto" que ese domingo tenía con él.

El joven Paredes - que posteriormente parte al exilio - era dirigente del Regional Norte del Partido Socialista, que estaba ligado a la llamada Coordinadora de Regionales. Víctor seguramente estaba a cargo de esta relación política destinada a superar contradicciones que debilitaban el accionar unitario del socialismo chileno.

Pero Paredes no delata a Alberto y éste, junto a los demás secuestrados, es dejado libre, en el mismo momento que al mismo lugar de detención iba ingresando  Víctor.

Una muestra de la precariedad de las condiciones de seguridad que por esos años vivimos es lo insólito que ocurre el domingo 23 de junio, cuando Alberto, Ana María  y Manuel vuelven a casa. (Francisco no sale libre porque le encuentran material comprometedor del partido y pasa posteriormente por innumerables centros de detención y tortura. Luego Francisco sale al exilio directamente desde su último lugar de detención. Alberto solo lo vuelve a ver cuándo se conquista la democracia.)  Habían pasado pocas horas  desde que habían llegado a casa ese domingo  23 de junio cuando golpean la puerta. Alberto abre y frente a él se encuentra con Ricardo Lagos Salinas y Ariel Mancilla. Estaban preocupados por la suerte de Víctor porque les había fallado a un encuentro. Alberto les pide que se retiren urgente, que era peligroso que estuvieran en su casa.

Efectivamente, desde el jueves 20  y hasta tempranas horas del domingo 23 de junio la casa de Lynch Norte 320 fue una "ratonera" a la que, afortunadamente no llegó nadie. Ariel queda de ir a ver a la dirección que le da Alberto, en García Reyes 261, donde él trabajaba circunstancialmente. Ahí conversan al otro día  con más tranquilidad lo que se había vivido. Nunca más se verían. Acordaron una clave telefónica para confirmar si había caído o no Víctor. En la misma semana Ariel llama a Alberto y le da la clave fatal. Ese día Alberto llora por su hermano. Anticipó su duelo, no sabe por qué,   pero sabía o presentía que lo iban a matar.

Al otro día de quedar libres y estando en el casino de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile,  Alberto le pide a Ana María que le diga a XX que se refugie porque lo andan buscando. Alberto cree que era más prudente e inofensivo  que ella lo hiciera - que no era militante- en vez de él.

Craso error. El compañero avisado de los peligros, en vez de ocultarse o asilarse, es convencido por su padre- ex carabinero - que se entregue. Así lo hace y  termina finalmente secuestrado en el mismo lugar de la Plaza Constitución. Bajo torturas, señala quien le había avisado de que lo andaban buscando.

Es así que el martes o miércoles de la semana del 24 de junio de 1974 nuevamente la casa de Lynch Norte 320 es allanada por el "Lolo" Muñoz y su equipo. Alberto queda helado porque teme que ahora sí descubrieron que él era militante y solo había logrado engañar por unas horas a sus captores.

Pero no fue así. Iban a detener a la persona que le había avisado a XX que lo andaban buscando. Es así que se llevan detenida a Ana María, la cual en su detención anterior había pasado sin mayores consecuencias, pero ahora ya no fue así. Si entrar en detalles es duramente tratada, razón por la cual hoy tiene querella presentada que atiende el Juez Carroza.

Ana María se encuentra en los subterráneos de la Plaza Constitución con Víctor. Se conocían de antes porque cuando Víctor frecuentaba la casa de Lynch Norte tenía largas tertulias e incluso en más de alguna oportunidad lo acompaña para dar "normalidad" a algunas gestiones de él. Víctor  llevaba su pollito asado con papas fritas a la casa  y conversaba amenamente.

Es ahí que Víctor le cuenta que en un "punto falso" que le entregó a sus captores se había intentado arrancar. Luego de correr y saltar un cerco, su enfermedad de la columna lo deja semi postrado y, para mala suerte, un tercero lo delata y lo vuelven a capturar. Con balacera incluida le cuenta que por error, quizás por cierta similitud de su vestimenta con la del  "Lolo" Muñoz, en algún momento le disparan a éste.  Es quizás por esta "desagradable"  situación para Muñoz que éste posteriormente decide asesinarlo.

Es extraño, por decirlo de alguna manera, que a sólo una semana de detenido y no habiendo delatado a nadie -  no obstante las torturas sufridas - se decida trasladar a Víctor a  Viña del Mar para asesinarlo.

El día 1º de julio Ana María es dejada libre.  Ella escucha que le comentan a Víctor que lo están pidiendo de Valparaíso. Él se extraña.

Ese día 1º de julio los secuestradores llevan a  Víctor a la costa, a altas horas de la noche, con toque de queda.

Cuando se va Ana María, Víctor manda con ella un mensaje para su compañera  y amor, de nacionalidad argentina y militante socialista en la Comisión Agraria, Graciela Batallán y otro para Alberto, su hermano.

El día 2 de julio, de madrugada y según se deduce de los informes periciales, Víctor es arrojado al mar en las costas cercanas a Playa Los Lilenes, cercano a Viña del Mar, le disparan dos balazos con revolver calibre 22 y lo dejan ahogar. Su cuerpo aparece en Playa Los Lilenes tiempo después.

A 42 años de su detención y posterior asesinato y, a  41 años del secuestro y desaparición de los últimos camaradas que hasta junio de 1975 encabezaron la Primera Dirección Clandestina del Partido Socialista, dejo este testimonio -  escrito parcialmente en tercera persona y a veces en plural -  como un homenaje y reconocimiento a un puñado de héroes cuyos valores, consecuencia y entrega a sus ideales no tiene parangón en nuestra historia.

Hasta hoy incomoda al poder y a algunos falsos socialistas el ejemplo de ellos. Aquellos personajes oscuros que pretenden enlodar la imagen de nuestros héroes no lograrán  mancillar el ejemplo de Carlos Lorca, con falsas acusaciones sin fundamento  y absolutamente descontextualizado de la realidad de la época. Latamente y de forma lúcida su hermano Jaime, Presidente del Centro de Formación Memoria y Futuro, acaba de desenmascarar éstas difamaciones.

Estamos convencidos que solo la superación del capitalismo, como forma de organización política, social y económica, nos permitirá salvar al planeta y sus habitantes. La lógica del consumo, del individualismo, de la supremacía del éxito y el lucro, deben ser superadas para dar paso a los valores de la solidaridad, el respeto de la naturaleza, el medio ambiente y la vida,

La lucha por la democracia y el socialismo en Chile pasa hoy por derrotar al modelo neo liberal que se ha impuesto en todas las esferas de la vida de nuestro país, instaurado a sangre y fuego - literalmente -  entre 1973 a 1989 y perfeccionado y profundizado, por omisión o acción consciente - como se ha develado de forma descarnada en el último año-  a partir de 1990.

Alberto Zerega Ponce
Miembro del Centro de Formación Memoria y Futuro
Santiago, 23 de junio de 2016

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