Pertenecer al Partido Socialista de Chile es pertenecer a una tradición de jóvenes y no tan jóvenes, hombres y mujeres, que con audacia, coraje, valentía y fervor en la lucha social han levantado, desde la crítica, una esperanza de un país más justo. Desde sus inicios el PS ha cumplido un rol clave en la historia del socialismo chileno, reivindicando luchas, sosteniendo a la izquierda y vitalizando la vida política y democrática chilena.
Hoy, ante una derrota en las elecciones presidenciales, que consecuentemente abren un nuevo ciclo político para el país y ante la fuerte apatía y desconfianza ciudadana hacia a los partidos políticos y hacia una democracia aún restrictiva y poco deliberativa, el PS aparece con tibieza, débil y enmarañado en incertidumbres, pero también se avizora en el horizonte un mundo de posibilidades. Los siguientes párrafos más que una visión política representan una serie de provocaciones que buscan reponer el rol histórico del PS en la historia del País y revitalizar los sueños por un país más libre, más fraterno y más justo.
1.- Un Partido crítico, diverso y democrático. Hombres y Mujeres líderes en la lucha Social.
El Partido socialista de Chile es desde sus inicios un Partido autónomo, sin dogmas y esencialmente crítico y democrático, la casa común de la izquierda chilena. Así, el Partido Socialista de Chile se origina y se desarrolla a partir de un proyecto político, social y económico fundado en los valores del humanismo socialista, un proyecto con historias y experiencias de vida construido por generaciones de hombres, mujeres y jóvenes dispuestos al sacrificio de la construcción de un Chile más justo y democrático: Trabajadores manuales e intelectuales, humanistas, anarquistas, masones, marxistas, cristianos. Rebeldes, reformistas y revolucionarios, una gran familia política.
Somos herederos de una historia, de épocas de socialismo, sueños y juventud… pero también de años de plomo, coraje, valentía y reconquista de la democracia. Una historia de luces y sombras, de sol y de bruma.
2.- Nueva época, nuevos y viejos excluidos, desafíos de nuevas luchas.
La realidad del país, de la sociedad, del Partido Socialista hoy es distinta a la de antes, asistimos a un cambio de época, grandes transformaciones globales nos acompañan, el nuevo sistema capitalista, la globalización de la economía y la occidentalización del mundo, por señalar solo algunas de las más visibles transformaciones. La sociedad se estructura de una forma mas compleja de cómo la entendíamos antes, antes distinguíamos claramente a los ricos de los pobres, a los burgueses de los trabajadores, a los poseedores de la tierra de los campesinos, en fin, a los poderosos y a los sin poder, hoy siguen existiendo estas diferencias, pero agregándole nuevos y mas complejos fenómenos.
3.- La descolorida escena de los Partidos Políticos.
Hoy la realidad del socialismo y del Partido Socialista de Chile es distinta a la de 20 años atrás. Hoy asistimos a una crisis integral del sistema de partidos en Chile, conglomerados en franca decadencia y un Partido Socialista sin una respuesta a ésta crisis, el PS vive una profunda crisis de representación y credibilidad. No tenemos hoy las condiciones institucionales que permitan generar una fuerza capaz de conducir un movimiento político, social y cultural, por lo que este instrumento de poder, denominado Partido Socialista, requiere de necesarias transformaciones.
4.- La vida partidaria sin vida.
La vida interna de los partidos políticos es compleja, y si hacer política y estar en un partido político es difícil, más lo es para un joven político. Se observa en el Partido Socialista, que para abrirse espacio en la estructura partidaria es necesario o hacerse amigo del parlamentario de turno, asegurándose un cupo para concejal, someterse a algún caudillo mediocre del partido en tu comuna o adherir a un grupúsculo de poder interno, las denominadas “corrientes internas”, legítimas, y que siempre han existido en el PS y que se reproducen en la juventud, pero que constituyen hoy mas grupos de poder que corrientes de pensamiento que den cuenta de ideas políticas.
Algunos dirigentes y “operadores políticos”, autodenominados reserva moral del partido que apuntan con el dedo a cualquiera y condenan a los demás por lo mismo que ellos hacen, han sepultado al Socialismo. Han carecido de discurso y capacidad de dirección, han preferido la comodidad de la eterna “negociación” entre cuatro paredes al riesgo electoral. Ellos no son reserva moral ni vanguardia de nada, con los mismos discursos añejos de siempre, prometiendo el cielo en la tierra, su aporte solo será positivo y necesario en la medida que sean capaces de generar posiciones y debate serio y no solo maquinas de poder en que las ideas no tengan espacio.
Se ha pasado del uno para todos y todos para uno, al dándonos entre todos, a ver quien se salva. Partidos políticos donde priman las agendas individuales y escasean los proyectos colectivos. Se ha preferido, en una clara actitud obsecuente, el orden y la disciplina por sobre el debate y la discusión crítica en torno al rumbo del Partido.
5.- Refundación Nacional y Recambio Real del Partido Socialista de Chile.
Por todo esto debemos y queremos hacernos cargo de la crisis, queremos construir un partido Socialista con propuestas, representatividad, legitimidad y vocación de poder, queremos iniciar el camino de la Refundación Nacional del Partido Socialista de Chile, un proceso democrático y participativo de Recambio Real del socialismo chileno.
Pero esta compartida situación de crisis del PS requiere de respuestas audaces, creativas, nuevas, a la altura de la crisis. No conseguiremos mucho refundando el discurso y las buenas intenciones, la real refundación del PS se dirige a la generación de nuevas prácticas y estilos que lo impacten. Nuevas prácticas como detenerse a reflexionar un momento junto a los compañeros en torno al proceso social y político del país y a nuestro rol como militantes socialistas, o sea, formarnos, educarnos para asumir la responsabilidad de refundar lo que haya que refundar, y queremos refundar con memoria.
La Refundación Nacional del PS y el Recambio Real Socialista, se ponen en juego en la capacidad de formarse al interior del partido, en el crecer en base a la formación de cuadros políticos, en revitalizar la discusión de viejas y nuevas teorías, donde se actualicen nuestros análisis de la sociedad. Formar desde el “sentirse de izquierda”, esto es garantizando la expresión de antiguas y nuevas luchas sociales y desde el “ser de izquierda” aportando con un análisis crítico sobre el orden existente. Se necesita de una formación “orgánica” que no “elitice” las instancias partidarias, ni la localice solo en pocos referentes, grupos u organizaciones. Formación política nacional y transversal, que exista participación en su configuración temática, que se forme por medio de continuas expresiones comunicativas, que sea una formación productiva, que desde el saber y la experiencia genere innovaciones en la práctica política. El Partido, y en especial su juventud, deben distinguirse por su capacidad formativa, por la tenencia de saber y la audacia de su aplicación.
El socialismo, a lo largo de su historia, siempre ha tenido invocaciones ideales a seguir, la búsqueda de mayor justicia social, la igualdad, la solidaridad, la opción por los más pobres y oprimidos y una permanente y constante lucha por la liberación de todas las formas de opresión existentes en la sociedad, del lado de los humillados y ofendidos de siempre, recuperando la rebeldía necesaria que se requiere para transformar el mundo. Estos ideales de antaño, son los mismos que invocamos hoy, adecuándolos a la sociedad de hoy, bajo las nuevas condiciones que la sociedad impone, es la Utopía como deseo de recuperar, recuperar y obtener algo que uno sabe que es deseable y que ha perdido. Aún hay pobreza en nuestra sociedad, las desigualdades se van acrecentando, hoy los ricos de antes son mucho más ricos y nuestra democracia participativa sigue siendo débil para enfrentar estos desafíos.
Para este proceso de reconstrucción del ideario socialista proponemos una Renovación permanente, entendida ésta como un proceso continuo de democratización y transformación social a través de la actualización de nuestros valores y principios fundamentales, aplicable también a la dinámica interna de nuestro partido. La renovación se hace posible abasteciendo la saludable crítica interna y la confrontación de las experiencias históricas y la memoria del Partido. El proceso de transformación social y la actualización de valores deben expandirse manteniendo vivas las preguntas sobre la identidad socialista y la identidad de izquierda. Necesitamos bases y tendencias del partido que avancen en tolerancia a la diversidad y la crítica. Fomentando la fraternidad y la afectividad necesarias que armonicen la convivencia interna. Transparentar los procesos de elección de representantes, tener una “normativa” para introducir y socializar a nuevos miembros y a partidarios alejados. Aprovechar las tecnologías como medios que facilitan e incentivan la comunicación y como capacidad para sofisticar las redes y sitios de contacto entre los compañeros.
6.- Nueva orgánica y nueva estrategia política.
Necesitamos de una estructura orgánica también renovada, no directivas burocráticas tradicionales, estáticas, cerradas y sectarias, jerárquicas al estilo estalinista, o sea, para condiciones nuevas, política nueva y orgánicas nuevas. El PS requiere de una Revolución Orgánica Interna.
Es necesaria una democratización de nuestras estructuras orgánicas, una donde se incorpore a la sociedad civil, donde se permitan grados de autodeterminación y una política reflexiva, donde nos incorporemos a los movimientos sociales y los fomentemos. Una estructura orgánica donde en lo fundamental, se socialice el poder, incorporando prácticas comunicativas que respetando y fomentando los derechos individuales permitan alcanzar los anhelos colectivos. La “deliberación política” es importante porque pone el acento en los procesos democráticos y no solo en sus resultados.
La Refundación Nacional del PS y el Recambio Real socialista no se iniciará de la mano de la racionalidad política establecida durante los últimos años, la tradicional, la de la “negocia” entre cuatro paredes, la de influencia de las amistades, una forma de hacer política que excluye a aquellos jóvenes y militantes que no tienen poder, la mayoría.
Nuestra acción política debe ser distinta a las formas establecidas, distinta a la forma actual de “operar” en el Partido, una mas integradora, participativa, con una disposición y una actitud permanente de incluir a nuestros militantes en las decisiones, y también, con una actitud permanente de renovación, de nuestro pensamiento, acción, orgánica, preservando por cierto nuestra historia y nuestros valores fundamentales.
La Refundación y el Recambio Real, para ser tal, no solo debe ser de rostros, de nombres nuevos, no solamente reformar nuestra orgánica, esto es fundamental, pero en definitiva la refundación debe ser de pensamiento, debe ser ética, moral e intelectual, en el sentido de que a partir de los valores e ideales que creemos correctos, justicia, igualdad, solidaridad, actuando en la cotidianeidad conforme a ellos, podamos estructurar nuestra renovada visión política, económica, social, cultural, ecológica, etc. Para la sociedad que queremos construir.
Es de suma relevancia rearmar nuestras redes con el movimiento estudiantil, universitario y secundario, con los pobladores, con las agrupaciones culturales e iniciar un proceso de acercamiento a los jóvenes de zonas rurales, a los campesinos. En esta Refundación del PS deberán estar incorporadas las organizaciones sociales, comunitarias, populares y todos aquellos que compartan los principios de la igualdad, la solidaridad, la equidad y el desarrollo social para todos y todas, sin importar su cuna o procedencia social. Es por esto que se hace sumamente necesario y estratégico iniciar un proceso de recomposición de los actores de las transformaciones sociales, de los sujetos de los cambios políticos y culturales. Porque sólo con actores sociales y sujetos de cambio es que podremos realizar las grandes transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que anhelamos.
Es por esto que en lo orgánico el Partido Socialista debe dar cuenta de una militancia distinta a la que se ha entendido tradicionalmente, esa que se levanta y se acuesta en el partido, integrando a nuevos actores, una militancia mas funcional que construya partido en el trabajo, obreros, empleados y profesionales, los estudiantes y profesores en las escuelas y universidades, en la población todos, en todo lugar donde haya sociedad. Solo así se recuperará la denominación de partido popular que se nos reconoce.
7.- Por la redemocratización de Chile, construyamos un Proyecto de Sociedad
Es por todo esto que necesitamos construir una nueva propuesta programática para Chile, construir un proyecto de sociedad, un programa donde se recoja la realidad de nuestro país y del mundo, esto requiere a nuestro parecer una redefinición política y orgánica que hagan posible la reflexión política, social y económica, abrir instancias y espacios, a nivel orgánico, para el dialogo y la deliberación política dentro de nuestro Partido, creemos profundamente que la elaboración de este proyecto de sociedad se define, como señalamos anteriormente, en la capacidad de formarse al interior del Partido, revitalizando la discusión en torno a viejas y nuevas teorías y rememorando las pasadas luchas sociales, para así actualizar nuestros análisis sobre la sociedad de hoy, con la convicción de que el valor de la memoria contribuirá a la construcción del porvenir.
Como Socialistas tenemos el deber de construir un proyecto de sociedad, político, económico y cultural, un proyecto que asuma las profundas transformaciones que han ocurrido en el mundo, la gran transformación ecológica, la transformación demográfica, las grandes transformaciones científico tecnológicas, la transformación del sistema capitalista y su globalización o mundialización, todo lo que nos lleva a creer que mas que una época de cambios asistimos a un cambio de época.
En lo político la construcción de un nuevo pacto político-social es indispensable, nuestra democracia es un tanto limitada e ilusoria y cada vez cede más terreno ante la voracidad del mercado, en nosotros está la posibilidad de crear las verdaderas condiciones de la democracia. Se hace necesario sentar nuevas bases para la refundación democrática de Chile, iniciar el camino de un movimiento social y político por una Nueva Constitución política para Chile, esta refundación democrática deberá considerar entre otras cosas, una permanente remisión al pueblo del poder de decisión y dirección de los órganos representativos, ir hacia una reapropiación de la soberanía usurpada por la institucionalidad.
En estos momentos de crisis, de incertidumbres, de falta de rumbo como Partido, nuestra tarea es rediseñar el camino, pero este rediseño, para que sea efectivo, debe ser plenamente participativo, nadie se puede quedar abajo. Como promotores de la Refundación Nacional del PS y del Recambio Real Socialista debemos ser capaces de convocar a todos aquellos compañeros desencantados con la actual estructura de nuestro Partido e invitarlos a sumarse a este proceso de renovación.
Este proceso de Refundación y Recambio Real del PS, deberá contemplar la renovación de cuadros en este nuevo diseño, reconociendo el aporte innegable de todos aquellos que han entregado su vida al partido, pero ineludiblemente son necesarios hombres nuevos para el nuevo partido, jóvenes de hoy para los dilemas sociales y políticos de hoy. Recambio Real ahora para el Socialismo…¡¡¡
Lorenzo Martìnez H.
Sergio Celis Guzman
Diego Cabezas
Cecilia Acuña Vera
Julio Muñoz
Rodrigo Jerez
Andrea Jorquera Canovas
James Mery Bell
Maribel Valdes Valdebenito
Cristian Martínez Hernández
Juan Diaz Rios
Cristian Perez Tello
Victor Moraga San Martin
Danilo Herrera
Jorge Lara Placencia
Jorge Gonzalez Pinto
Pablo Rebolledo
David Guerra Suarez
Alexander Linford Child
Horacio Salvador
Tomas Iturbe Covacich
Andrea Vasquez
Roderick Baez Garay
J. P. Sanchez
Meryland Ruz Figueroa
Gonzalo Guajardo Gavilán
Luis Montané
Pedro Guajardo Troncozo
Mirtha Maturana Castillo
Hoy, ante una derrota en las elecciones presidenciales, que consecuentemente abren un nuevo ciclo político para el país y ante la fuerte apatía y desconfianza ciudadana hacia a los partidos políticos y hacia una democracia aún restrictiva y poco deliberativa, el PS aparece con tibieza, débil y enmarañado en incertidumbres, pero también se avizora en el horizonte un mundo de posibilidades. Los siguientes párrafos más que una visión política representan una serie de provocaciones que buscan reponer el rol histórico del PS en la historia del País y revitalizar los sueños por un país más libre, más fraterno y más justo.
1.- Un Partido crítico, diverso y democrático. Hombres y Mujeres líderes en la lucha Social.
El Partido socialista de Chile es desde sus inicios un Partido autónomo, sin dogmas y esencialmente crítico y democrático, la casa común de la izquierda chilena. Así, el Partido Socialista de Chile se origina y se desarrolla a partir de un proyecto político, social y económico fundado en los valores del humanismo socialista, un proyecto con historias y experiencias de vida construido por generaciones de hombres, mujeres y jóvenes dispuestos al sacrificio de la construcción de un Chile más justo y democrático: Trabajadores manuales e intelectuales, humanistas, anarquistas, masones, marxistas, cristianos. Rebeldes, reformistas y revolucionarios, una gran familia política.
Somos herederos de una historia, de épocas de socialismo, sueños y juventud… pero también de años de plomo, coraje, valentía y reconquista de la democracia. Una historia de luces y sombras, de sol y de bruma.
2.- Nueva época, nuevos y viejos excluidos, desafíos de nuevas luchas.
La realidad del país, de la sociedad, del Partido Socialista hoy es distinta a la de antes, asistimos a un cambio de época, grandes transformaciones globales nos acompañan, el nuevo sistema capitalista, la globalización de la economía y la occidentalización del mundo, por señalar solo algunas de las más visibles transformaciones. La sociedad se estructura de una forma mas compleja de cómo la entendíamos antes, antes distinguíamos claramente a los ricos de los pobres, a los burgueses de los trabajadores, a los poseedores de la tierra de los campesinos, en fin, a los poderosos y a los sin poder, hoy siguen existiendo estas diferencias, pero agregándole nuevos y mas complejos fenómenos.
3.- La descolorida escena de los Partidos Políticos.
Hoy la realidad del socialismo y del Partido Socialista de Chile es distinta a la de 20 años atrás. Hoy asistimos a una crisis integral del sistema de partidos en Chile, conglomerados en franca decadencia y un Partido Socialista sin una respuesta a ésta crisis, el PS vive una profunda crisis de representación y credibilidad. No tenemos hoy las condiciones institucionales que permitan generar una fuerza capaz de conducir un movimiento político, social y cultural, por lo que este instrumento de poder, denominado Partido Socialista, requiere de necesarias transformaciones.
4.- La vida partidaria sin vida.
La vida interna de los partidos políticos es compleja, y si hacer política y estar en un partido político es difícil, más lo es para un joven político. Se observa en el Partido Socialista, que para abrirse espacio en la estructura partidaria es necesario o hacerse amigo del parlamentario de turno, asegurándose un cupo para concejal, someterse a algún caudillo mediocre del partido en tu comuna o adherir a un grupúsculo de poder interno, las denominadas “corrientes internas”, legítimas, y que siempre han existido en el PS y que se reproducen en la juventud, pero que constituyen hoy mas grupos de poder que corrientes de pensamiento que den cuenta de ideas políticas.
Algunos dirigentes y “operadores políticos”, autodenominados reserva moral del partido que apuntan con el dedo a cualquiera y condenan a los demás por lo mismo que ellos hacen, han sepultado al Socialismo. Han carecido de discurso y capacidad de dirección, han preferido la comodidad de la eterna “negociación” entre cuatro paredes al riesgo electoral. Ellos no son reserva moral ni vanguardia de nada, con los mismos discursos añejos de siempre, prometiendo el cielo en la tierra, su aporte solo será positivo y necesario en la medida que sean capaces de generar posiciones y debate serio y no solo maquinas de poder en que las ideas no tengan espacio.
Se ha pasado del uno para todos y todos para uno, al dándonos entre todos, a ver quien se salva. Partidos políticos donde priman las agendas individuales y escasean los proyectos colectivos. Se ha preferido, en una clara actitud obsecuente, el orden y la disciplina por sobre el debate y la discusión crítica en torno al rumbo del Partido.
5.- Refundación Nacional y Recambio Real del Partido Socialista de Chile.
Por todo esto debemos y queremos hacernos cargo de la crisis, queremos construir un partido Socialista con propuestas, representatividad, legitimidad y vocación de poder, queremos iniciar el camino de la Refundación Nacional del Partido Socialista de Chile, un proceso democrático y participativo de Recambio Real del socialismo chileno.
Pero esta compartida situación de crisis del PS requiere de respuestas audaces, creativas, nuevas, a la altura de la crisis. No conseguiremos mucho refundando el discurso y las buenas intenciones, la real refundación del PS se dirige a la generación de nuevas prácticas y estilos que lo impacten. Nuevas prácticas como detenerse a reflexionar un momento junto a los compañeros en torno al proceso social y político del país y a nuestro rol como militantes socialistas, o sea, formarnos, educarnos para asumir la responsabilidad de refundar lo que haya que refundar, y queremos refundar con memoria.
La Refundación Nacional del PS y el Recambio Real Socialista, se ponen en juego en la capacidad de formarse al interior del partido, en el crecer en base a la formación de cuadros políticos, en revitalizar la discusión de viejas y nuevas teorías, donde se actualicen nuestros análisis de la sociedad. Formar desde el “sentirse de izquierda”, esto es garantizando la expresión de antiguas y nuevas luchas sociales y desde el “ser de izquierda” aportando con un análisis crítico sobre el orden existente. Se necesita de una formación “orgánica” que no “elitice” las instancias partidarias, ni la localice solo en pocos referentes, grupos u organizaciones. Formación política nacional y transversal, que exista participación en su configuración temática, que se forme por medio de continuas expresiones comunicativas, que sea una formación productiva, que desde el saber y la experiencia genere innovaciones en la práctica política. El Partido, y en especial su juventud, deben distinguirse por su capacidad formativa, por la tenencia de saber y la audacia de su aplicación.
El socialismo, a lo largo de su historia, siempre ha tenido invocaciones ideales a seguir, la búsqueda de mayor justicia social, la igualdad, la solidaridad, la opción por los más pobres y oprimidos y una permanente y constante lucha por la liberación de todas las formas de opresión existentes en la sociedad, del lado de los humillados y ofendidos de siempre, recuperando la rebeldía necesaria que se requiere para transformar el mundo. Estos ideales de antaño, son los mismos que invocamos hoy, adecuándolos a la sociedad de hoy, bajo las nuevas condiciones que la sociedad impone, es la Utopía como deseo de recuperar, recuperar y obtener algo que uno sabe que es deseable y que ha perdido. Aún hay pobreza en nuestra sociedad, las desigualdades se van acrecentando, hoy los ricos de antes son mucho más ricos y nuestra democracia participativa sigue siendo débil para enfrentar estos desafíos.
Para este proceso de reconstrucción del ideario socialista proponemos una Renovación permanente, entendida ésta como un proceso continuo de democratización y transformación social a través de la actualización de nuestros valores y principios fundamentales, aplicable también a la dinámica interna de nuestro partido. La renovación se hace posible abasteciendo la saludable crítica interna y la confrontación de las experiencias históricas y la memoria del Partido. El proceso de transformación social y la actualización de valores deben expandirse manteniendo vivas las preguntas sobre la identidad socialista y la identidad de izquierda. Necesitamos bases y tendencias del partido que avancen en tolerancia a la diversidad y la crítica. Fomentando la fraternidad y la afectividad necesarias que armonicen la convivencia interna. Transparentar los procesos de elección de representantes, tener una “normativa” para introducir y socializar a nuevos miembros y a partidarios alejados. Aprovechar las tecnologías como medios que facilitan e incentivan la comunicación y como capacidad para sofisticar las redes y sitios de contacto entre los compañeros.
6.- Nueva orgánica y nueva estrategia política.
Necesitamos de una estructura orgánica también renovada, no directivas burocráticas tradicionales, estáticas, cerradas y sectarias, jerárquicas al estilo estalinista, o sea, para condiciones nuevas, política nueva y orgánicas nuevas. El PS requiere de una Revolución Orgánica Interna.
Es necesaria una democratización de nuestras estructuras orgánicas, una donde se incorpore a la sociedad civil, donde se permitan grados de autodeterminación y una política reflexiva, donde nos incorporemos a los movimientos sociales y los fomentemos. Una estructura orgánica donde en lo fundamental, se socialice el poder, incorporando prácticas comunicativas que respetando y fomentando los derechos individuales permitan alcanzar los anhelos colectivos. La “deliberación política” es importante porque pone el acento en los procesos democráticos y no solo en sus resultados.
La Refundación Nacional del PS y el Recambio Real socialista no se iniciará de la mano de la racionalidad política establecida durante los últimos años, la tradicional, la de la “negocia” entre cuatro paredes, la de influencia de las amistades, una forma de hacer política que excluye a aquellos jóvenes y militantes que no tienen poder, la mayoría.
Nuestra acción política debe ser distinta a las formas establecidas, distinta a la forma actual de “operar” en el Partido, una mas integradora, participativa, con una disposición y una actitud permanente de incluir a nuestros militantes en las decisiones, y también, con una actitud permanente de renovación, de nuestro pensamiento, acción, orgánica, preservando por cierto nuestra historia y nuestros valores fundamentales.
La Refundación y el Recambio Real, para ser tal, no solo debe ser de rostros, de nombres nuevos, no solamente reformar nuestra orgánica, esto es fundamental, pero en definitiva la refundación debe ser de pensamiento, debe ser ética, moral e intelectual, en el sentido de que a partir de los valores e ideales que creemos correctos, justicia, igualdad, solidaridad, actuando en la cotidianeidad conforme a ellos, podamos estructurar nuestra renovada visión política, económica, social, cultural, ecológica, etc. Para la sociedad que queremos construir.
Es de suma relevancia rearmar nuestras redes con el movimiento estudiantil, universitario y secundario, con los pobladores, con las agrupaciones culturales e iniciar un proceso de acercamiento a los jóvenes de zonas rurales, a los campesinos. En esta Refundación del PS deberán estar incorporadas las organizaciones sociales, comunitarias, populares y todos aquellos que compartan los principios de la igualdad, la solidaridad, la equidad y el desarrollo social para todos y todas, sin importar su cuna o procedencia social. Es por esto que se hace sumamente necesario y estratégico iniciar un proceso de recomposición de los actores de las transformaciones sociales, de los sujetos de los cambios políticos y culturales. Porque sólo con actores sociales y sujetos de cambio es que podremos realizar las grandes transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que anhelamos.
Es por esto que en lo orgánico el Partido Socialista debe dar cuenta de una militancia distinta a la que se ha entendido tradicionalmente, esa que se levanta y se acuesta en el partido, integrando a nuevos actores, una militancia mas funcional que construya partido en el trabajo, obreros, empleados y profesionales, los estudiantes y profesores en las escuelas y universidades, en la población todos, en todo lugar donde haya sociedad. Solo así se recuperará la denominación de partido popular que se nos reconoce.
7.- Por la redemocratización de Chile, construyamos un Proyecto de Sociedad
Es por todo esto que necesitamos construir una nueva propuesta programática para Chile, construir un proyecto de sociedad, un programa donde se recoja la realidad de nuestro país y del mundo, esto requiere a nuestro parecer una redefinición política y orgánica que hagan posible la reflexión política, social y económica, abrir instancias y espacios, a nivel orgánico, para el dialogo y la deliberación política dentro de nuestro Partido, creemos profundamente que la elaboración de este proyecto de sociedad se define, como señalamos anteriormente, en la capacidad de formarse al interior del Partido, revitalizando la discusión en torno a viejas y nuevas teorías y rememorando las pasadas luchas sociales, para así actualizar nuestros análisis sobre la sociedad de hoy, con la convicción de que el valor de la memoria contribuirá a la construcción del porvenir.
Como Socialistas tenemos el deber de construir un proyecto de sociedad, político, económico y cultural, un proyecto que asuma las profundas transformaciones que han ocurrido en el mundo, la gran transformación ecológica, la transformación demográfica, las grandes transformaciones científico tecnológicas, la transformación del sistema capitalista y su globalización o mundialización, todo lo que nos lleva a creer que mas que una época de cambios asistimos a un cambio de época.
En lo político la construcción de un nuevo pacto político-social es indispensable, nuestra democracia es un tanto limitada e ilusoria y cada vez cede más terreno ante la voracidad del mercado, en nosotros está la posibilidad de crear las verdaderas condiciones de la democracia. Se hace necesario sentar nuevas bases para la refundación democrática de Chile, iniciar el camino de un movimiento social y político por una Nueva Constitución política para Chile, esta refundación democrática deberá considerar entre otras cosas, una permanente remisión al pueblo del poder de decisión y dirección de los órganos representativos, ir hacia una reapropiación de la soberanía usurpada por la institucionalidad.
En estos momentos de crisis, de incertidumbres, de falta de rumbo como Partido, nuestra tarea es rediseñar el camino, pero este rediseño, para que sea efectivo, debe ser plenamente participativo, nadie se puede quedar abajo. Como promotores de la Refundación Nacional del PS y del Recambio Real Socialista debemos ser capaces de convocar a todos aquellos compañeros desencantados con la actual estructura de nuestro Partido e invitarlos a sumarse a este proceso de renovación.
Este proceso de Refundación y Recambio Real del PS, deberá contemplar la renovación de cuadros en este nuevo diseño, reconociendo el aporte innegable de todos aquellos que han entregado su vida al partido, pero ineludiblemente son necesarios hombres nuevos para el nuevo partido, jóvenes de hoy para los dilemas sociales y políticos de hoy. Recambio Real ahora para el Socialismo…¡¡¡
Lorenzo Martìnez H.
Sergio Celis Guzman
Diego Cabezas
Cecilia Acuña Vera
Julio Muñoz
Rodrigo Jerez
Andrea Jorquera Canovas
James Mery Bell
Maribel Valdes Valdebenito
Cristian Martínez Hernández
Juan Diaz Rios
Cristian Perez Tello
Victor Moraga San Martin
Danilo Herrera
Jorge Lara Placencia
Jorge Gonzalez Pinto
Pablo Rebolledo
David Guerra Suarez
Alexander Linford Child
Horacio Salvador
Tomas Iturbe Covacich
Andrea Vasquez
Roderick Baez Garay
J. P. Sanchez
Meryland Ruz Figueroa
Gonzalo Guajardo Gavilán
Luis Montané
Pedro Guajardo Troncozo
Mirtha Maturana Castillo
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